La medicación estimulante para el TDAH y los trastornos hipercinéticos.

Stimulant medication for hyperkinetic disorder and attention-deficit hyperactivity disorder

Hoja informativa para padres y docentes

Sobre esta hoja informativa

Esta hoja pertenece a una serie de hojas informativas para padres, docentes y jóvenes tituladas Salud Mental y Hacerse Mayor. El objeto de estas hojas es aportar información práctica y actualizada sobre problemas de salud mental (emocionales, conductuales y de trastornos mentales) que pueden afectar a niños y jóvenes. Esta hoja informativa describe lo que son las medicaciones estimulantes y los beneficios e inconvenientes de utilizarlas en los trastornos por déficit de atención e hiperactividad y los trastornos hipercinéticos.

Introducción

¿Qué son las medicaciones estimulantes?

Es medicación que afecta los efectos de ciertos compuestos químicos en el cerebro. En los adultos tienen el efecto de aumentar el estado de alerta, de actividad y de vigilia. Por eso son llamados estimulantes. En niños, pueden aumentar la atención y reducir la hiperactividad y se usan como parte del tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) (Ver hoja informativa 5 sobre TDAH y trastorno hipercinético)

¿Cuándo se usa la medicación?

La medicación solo debería ser usada cuando tu hijo haya sido valorado por un especialista. Puede valer la pena una prueba de medicación estimulante si hay dificultades serias con:

  • la concentración: no se puede concentrar por mucho tiempo, parece no escuchar, se olvida de cosas, es desorganizado, le lleva mucho tiempo empezar a hacer alguna cosa y no suele terminarlas, se distrae con facilidad
  • los niveles de actividad: es demasiado activo, trepa todo el tiempo, habla sin parar, hace mucho ruido y grita
  • la impulsividad: no puede esperar por las cosas, interrumpe mucho, actúa sin pensar

Pueden tener problemas serios:

  • En la escuela: Poca concentración, dificultades para completar una tarea, conducta difícil en clase.
  • En casa: moviéndose todo el tiempo, no puede seguir instrucciones, poca concentración, olvidadizo.
  • Con amigos: dificultad para esperar su turno, compartir, meterse en peleas.

¿Como funciona la medicación estimulante?

La medicación estimulante parece actuar en partes del cerebro que nos permiten controlar como prestamos atención y organizamos nuestra conducta.

¿Cuales son sus efectos?

La conducta del niño se vuelve más calmada, más centrada y menos impulsiva. Sin embargo, la medicación no es efectiva en todos los niños. Es importante también que el niño reciba una ayuda adecuada en clase para mejorar su aprendizaje y controlar su comportamiento (ver hoja informativa 5 sobre TDAH y trastorno hipercinético).

¿Por qué la medicación ayuda?

La medicación estimulante crea un “periodo de oportunidad” en el que el niño esta más centrado y se concentra mejor. De esta forma pueden aprender mejor en el colegio. Algunos niños que toman la medicación dicen que con ella pueden pensar más claramente y les parece más fácil entender lo que sus padres y profesores les piden. El trabajo en la escuela se vuelve más interesante y divertido y hacen más amigos.

Los padres y profesores pueden hacer mucho para ayudar al niño a hacer estos cambios. Vuestra comprensión y apoyo emocional y práctico son cruciales. La forma práctica y efectiva de ayudar a un niño a mejorar su conducta podría incluir,

  • alabar la buena conducta
  • hacer peticiones claras y simples- una en cada momento-
  • premiar tanto el esfuerzo como el resultado
  • premios por portarse bien
  • periodos breves de tiempo en los que el niño se separa del resto cuando su comportamiento se descontrola demasiado.

¿Que medicaciones estimulantes se utilizan?

La medicación estimulante más frecuentemente usada en el Reino Unido es el metilfenidato. Cuando funciona, su efecto empieza a los 30 o 60 minutos. La cantidad exacta de la medicación debe ser controlada y ajustada por un especialista. Hay también presentaciones de larga duración que duran hasta 12 horas.

La dexamfetamina es un estimulante muy parecido químicamente al metilfenidato. A veces es efectiva cuando el metilfenidato no lo es.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

Como con cualquier tratamiento que sea efectivo, puede haber efectos secundarios como menor apetito y problemas para conciliar el sueño. Los efectos secundarios son menos probables si la dosis se aumenta poco a poco al empezar la medicación. Algunos padres se preocupan sobre la posibilidad de que sean adictivos, pero no hay evidencia que sugiera que esto sea un problema.

Los efectos secundarios más frecuentes son:

  • disminución del apetito.
  • permanecer despierto hasta más tarde.

Debido al efecto sobre el apetito, la altura y el peso del niño deben ser medidos regularmente. Dar la medicación después de las comidas puede ser de ayuda.

Efectos secundarios menos frecuentes que tener en cuenta incluyen:

  • estar excesivamente centrado, parado y con la mirada fija -esto puede ser un signo de que la dosis es demasiado alta-
  • ansiedad, nerviosismo, irritabilidad y llantos
  • dolor de barriga o mareos
  • dolor de cabeza o confusión
  • tics o nervios

¿Cuánto tiempo debería seguir tomando la medicación?

La medicación puede que se necesite durante varios años. Algunos niños podrán de dejar de tomarla por completo en la adolescencia y otros incluso antes. Otros quizá deban seguir tratándose de adultos. No se conocen efectos dañinos de usar estas medicaciones durante muchos años.

El tratamiento será controlado por un especialista y será revisado de forma regular. La medicación puede tener que ser ajustada. Los chequeos físicos y las recetas repetidas pueden ser hechos en tu centro de atención primaria.

Medicación no estimulante

Si los estimulantes no funcionan, tu especialista puede sugerir alguna otra alternativa como imipramina o clonidina.

Bibliografía

  • Carr, A. (ed.) (2000) What Works with Children and Adolescents? A  Critical Review of Psychological Interventions with Children, Adolescents and their Families. London: Brunner-Routledge.
  • National Institute for Clinical Excellence (2002) Guidance on Methylphenidate (Ritalin/Equasym) for Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD). www.nice.org.uk
  • Rutter, M. & Taylor (eds) (2002) Child and Adolescent Psychiatry (4th edn). London: Blackwell.
  • Scott, A., Shaw, M. & Joughin, C. (2001) Finding the Evidence: A Gateway to the Literature in Child and Adolescent Mental Health (2nd edn). London: Gaskell.
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