Trastornos alimentarios en gente joven
Eating disorders
Hoja informativa para padres y docentes
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Este folleto pertenece a una serie de hojas informativas para padres, docentes y jóvenes tituladas Salud Mental y Hacerse Mayor. El objeto de estas hojas es aportar informació práctica y actualizada sobre problemas de salud mental (emocionales, conductuales y de trastornos mentales) que pueden afectar a niños y jóvenes. Este folleto analiza las causas de los trastornos alimentarios y ayuda a reconocerlos. También ofrece consejos sobre como ayudar a un niño que tiene un trastorno alimentario.
Introducción
¿Qué son los trastornos de conducta alimentarios?
Las preocupaciones sobre el peso, la figura y la comida son frecuentes, especialmente entre chicas adolescentes.
Tener sobrepeso importante o ser obeso puede causar muchos problemas, especialmente de salud. Normalmente, alguien que tiene sobrepeso puede perder peso simplemente comiendo de una forma más sana. Suena fácil, pero puede ser necesaria ayuda para encontrar la forma de hacerlo.
Mucha gente joven que no tiene sobrepeso quiere estar más delgada. A menudo intentan perder peso haciendo dieta o saltándose comidas. Para algunos, las preocupaciones sobre el peso se convierten en una obsesión. Esto puede con el tiempo convertirse en un trastorno alimentario grave. Esta hoja informativa trata sobre los trastornos alimentarios más comunes, -la anorexia nerviosa y la bulimia-.
- Las personas con anorexia nerviosa se preocupan todo el tiempo sobre si están gordas (incluso aunque estén delgadas) y comen muy poco. Pierden mucho peso y la menstruación desaparece.
- Alguien que sufra bulimia también se preocupa mucho por el peso. Alternara entre no comer casi nada a tener atracones durante los que se atiborraran de comida. Vomitaran o tomaran laxantes para controlar el peso.
Estos dos trastornos alimentarios son más frecuentes entre las chicas, pero también pueden ocurrir en chicos.
¿Cuáles son los signos de la anorexia o la bulimia?
- pérdida de peso o cambios de peso inusuales
- menstruaciones irregulares o ausentes
- saltarse comidas, comer muy poco y evitar comidas que engordan
- evitar comer en público, comer en secreto
- grandes cantidades de comida que desaparecen de los armarios
- creer que están gordas cuando tienen un peso bajo
- hacer ejercicio físico excesivo
- preocuparse por la comida, cocinar para otras personas
- ir al baño inmediatamente después de las comidas
- utilizar laxantes o vomitar para controlar el peso
Puede ser difícil para los padres o los docentes saber la diferencia entre las dietas normales de los adolescentes y un problema más serio. Si estás preocupado sobre el peso o la alimentación de tu hijo, consulta a tu médico de familia.
¿Qué consecuencias pueden tener los trastornos alimentarios?
- fatiga y dificultades para realizar actividades normales
- daño a la salud, incluyendo el retraso del crecimiento y daños a los huesos y a órganos internos
- pérdida de la menstruación y riesgo de infertilidad
- ansiedad, depresión, conducta obsesiva o perfeccionista
- baja concentración, absentismo en el colegio, el instituto o en el trabajo
- falta de autoconfianza, aislamiento de los amigos
- dependencia o sobreprotección de los padres, en lugar del desarrollo de independencia
Es importante recordar que las dos, anorexia y bulimia son enfermedades y que si se permite que continúen sin control, tienen un riesgo vital. A medida que pasa el tiempo, son más difíciles de tratar y los efectos se vuelven más graves.
¿Qué causa los trastornos alimentarios?
Los trastornos alimentarios son causados por varias razones diferentes:
- La preocupación o el estrés puede llevar a comer para olvidar. Esto puede a su vez causar preocupaciones sobre el engordar.
- La dieta y el saltarse comidas lleva a sentir ansia por comer, a perder el control y a comer en exceso.
- La anorexia y la bulimia pueden desarrollarse como complicación de una dieta extrema, quizás precipitadas por un disgusto como una ruptura familiar, una muerte, una separación en la familia, acoso en la escuela o un abuso.
- A veces la anorexia y la bulimia pueden ser una forma de intentar sentirse en control si el resto de la vida es difícil.
- Acontecimientos más cotidianos como la pérdida de un amigo, burlas de compañeros o exámenes del colegio, también pueden ser desencadenantes en una persona vulnerable.
Algunas personas tienen más riesgo que otras. Los factores de riesgo incluyen ser mujer, haber tenido obesidad previa y la falta de autoestima. Personas sensibles o ansiosas, con dificultades para ser independientes también tienen más riesgo. Las familias de jóvenes con trastornos alimentarios a menudo encuentran los cambios y los conflictos especialmente difíciles de afrontar y pueden ser extremadamente sobre protectores o dependientes.
¿Dónde puedo conseguir ayuda?
Si piensas que un joven puede estar desarrollando un trastorno alimentario, no tengas miedo en preguntarle si está preocupado. Algunos no querrán que te inmiscuyas.
Estas simples sugerencias son útiles para ayudar a los jóvenes a mantener un peso saludable y evitar problemas alimentarios:
- Come de forma regular; desayuno, comida y cena.
- Intenta comer una dieta equilibrada, que contenga todo tipo de alimentos que tu cuerpo necesita.
- Incluye hidratos de carbono como el pan, el arroz, la pasta o cereales con cada comida.
- No te saltes comidas, -largos períodos sin comer precipitan atracones-.
- Haz ejercicio físico de forma regular.
- Evita picar cosas azucaradas o de alto contenido en grasa (prueba a comer un plátano o un poco de chocolate).
- Intenta no dejarte influir por otras personas que se saltan comidas o hablan sobre el peso.
¿Cuándo es necesaria la ayuda de un profesional?
Cuando el problema alimentario hace que las comidas de la familia sean estresantes, es importante buscar ayuda profesional. El médico de familia te podrá aconsejar sobre que especialista te podrá ayudar en tu comunidad y puede realizar una derivación. El ver a la familia es una parte importante del tratamiento.
Si el trastorno alimentario está causando un daño físico, es fundamental el obtener ayuda médica pronto. Si el joven recibe ayuda rápida de un especialista, un ingreso hospitalario es poco probable. Si no se trata, hay riesgo de infertilidad, huesos frágiles (osteoporosis), pérdida del crecimiento e incluso la muerte.
Bibliografía
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