Enfermedad Física Crónica: Los efectos en la salud mental

Chronic physical illness

Hoja informativa para padres y docentes

Sobre esta hoja informativa

Esta es una de una serie de hojas informativas para padres, docentes y jóvenes tituladas Salud Mental y Hacerse Mayor. El objeto de estas hojas es aportar información práctica y actualizada sobre problemas de salud mental (emocionales, conductuales y de trastornos mentales) que pueden afectar a niños y jóvenes. Esta hoja informativa estudia las consecuencias que puede tener el padecer una enfermedad física crónica en la salud mental de una persona joven y ofrece consejos sobre como reconocerlas y manejarlas.

Introducción

Los niños que padecen una enfermedad física duradera tienen el doble de probabilidad de padecer problemas emocionales o conductas problemáticas. Esto es incluso más frecuente en enfermedades crónicas que afectan el cerebro como la epilepsia o la parálisis cerebral.

¿Por qué son tan comunes los problemas de salud mental?

Una enfermedad o una incapacidad grave pueden originar mucho trabajo y estrés en todos los miembros de la familia, especialmente los padres. Los niños enfermos tienen muchas más experiencias estresantes que los que no lo están. La mayoría de ellos, en algún momento se sentirán disgustados por ello. A veces, los enfados y los cambios de conducta pueden durar mucho tiempo. Si así sucede, estos se suman a los problemas de salud del niño haciendo su vida aún más difícil.

¿Cómo afecta al niño y a la familia?

Después del diagnóstico de una enfermedad potencialmente grave o crónica, la mayoría de los padres y niños pasan por una fase de adaptación.

Efectos a largo plazo

El niño con este problema puede que tenga menos oportunidades para aprender las habilidades necesarias para el día a día y de desarrollar sus intereses y aficiones. También los problemas educacionales son frecuentes:

  • Tu hijo puede que haya tenido que faltar mucho a clase y tener dificultades con el aprendizaje.
  • Asegúrate de estar en contacto con el maestro de tu hijo de forma regular. Puede que tu hijo necesite ayuda extra con el colegio.
  • Puede que tu hijo se vea a sí mismo diferente de los demás y no le guste sentirse así.
  • Algunos niños puede que se sientan deprimidos (ver hoja informativa 34 sobre la depresión en niños y jóvenes).
  • Algunos niños puede que sean vulnerables al acoso escolar (ver hoja informativa 18 sobre el coste emocional del acoso escolar).

Es fácil que como padres seáis sobre protectores de vuestro hijo. Puede que os parezca más difícil decir “no” que normalmente, por lo que os será más difícil controlar a vuestro hijo. Es también más difícil para un padre el dejar a su hijo enfrentarse a los problemas de la niñez por si mismo.

A veces puede ser difícil y confuso el tratar con todos los médicos y demás profesionales que están implicados en la enfermedad de tu hijo. Esto puede ser muy estresante para todos.

A veces los hermanos pueden sentirse dejados de lado. Pueden sentirse avergonzados de su hermano. Pueden sentirse responsables. También pueden perder colegio, vida social, ser acosados o perder amistades por su hermano.

¿Cómo ayudar?

Es muy importante recordar que aunque las enfermedades que duran mucho tiempo hacen que las cosas sean más difíciles, la mayoría de los niños y sus familias, se adaptan bien. Sólo una minoría tiene problemas.

  • Vive una vida lo más normal posible.
  • Sé franco con tu hijo sobre sus dificultades.
  • Limítale lo mínimo posible.
  • Ayúdale a salir por ahí con otros niños de su edad.
  • Anímale a ser lo más independiente posible.
  • Reúnete con otras familias con experiencias parecidas.
  • Pide ayuda si sientes que no controlas la situación.

Se puede hacer mucho para prevenir que surgan más problemas. Los padres que son capaces de apreciar el impacto emocional de la enfermedad en el niño y en el resto de la familia, están en una situación mejor para detectar problemas pronto y hacer algo al respecto.

¿Dónde puedo obtener ayuda?

Asegurarse de tener la ayuda y el apoyo suficiente en muy importante. Además del apoyo de la familia y los amigos considera,

  • a tu médico de cabecera
  • grupos de voluntariado
  • bienestar social
  • la escuela
  • la enfermera escolar

Si hay signos de que tu hijo está teniendo problemas emocionales o conductuales, tu médico de cabecera puede derivarte a un servicio local de salud mental de niños y adolescentes donde te darán ayuda profesional. Puede que sugieran el ver a toda la familia. También, a menudo es de gran ayuda el felicitar la comunicación entre los profesionales que están implicados en el cuidado de tu hijo. Esto puede contribuir a solucionar problemas relacionados con el tratamiento y a asegurar que todos trabajan de forma conjunta y efectiva.

 

Bibliografía

Carr, A. (ed.) (2000) What Works with Children and Adolescents? A  Critical Review of Psychological Interventions with Children, Adolescents and their Families. London: Brunner-Routledge.

Rutter, M. & Taylor (eds) (2002) Child and Adolescent Psychiatry (4th edn). London: Blackwell.

Scott, A., Shaw, M. & Joughin, C. (2001) Finding the Evidence: A Gateway to the Literature in Child and Adolescent Mental Health (2nd edn). London: Gaskell.

Read more to receive further information regarding a career in psychiatry